El uso de pictogramas como estrategia

"Si enseñamos a los alumnos de hoy como enseñábamos ayer les estamos robando el futuro" – J. Dewey

 

El uso de imágenes para crear cuentos a partir de las mismas y para mejorar la enseñanza aprendizaje



 
Un pictograma es un dibujo convencionalizado que representa un objeto de manera simplificada y permite transmitir, de este modo, una información también convencionalizada. Los pictogramas son independientes de cualquier lengua particular porque no representan palabras sino realidades.

La pictografía es uno de los primeros estados por los que pasa el desarrollo de la escritura en la historia de las culturas y de las personas. En todas las culturas, mucho antes de que se llegara a fijar el lenguaje por escrito, se logró transmitir informaciones mediante dibujos que representaban objetos del entorno. 

En algún momento, se deja de inventar un dibujo nuevo cada vez que se quiere representar algo y se empieza a reaprovechar dibujos conocidos que ya están en circulación. Empieza así un proceso de fijación y convencionalización que puede conducir a nuevas fases en el desarrollo de la escritura. Nuestro alfabeto tiene un origen pictográfico aunque sus huellas hayan quedado borradas por milenios de evolución. 

También los niños, antes de saber escribir las palabras mamá o coche, son capaces de dibujar y ellos saben que es su madre o un cajón con ruedas que quiere ser un coche. Cada persona reproduce así en su historia individual un paso que se ha dado muchas veces colectivamente en la historia de la humanidad.

Como decíamos, los pictogramas son independientes de la lengua. No representan ninguna palabra de ningún idioma y, mucho menos, estructuras sintácticas o morfológicas. Eso no impide, sin embargo, que cuando los veamos hagamos algo que nos es natural ante cualquier tipo de dibujo: verbalizar lo que estamos viendo. Por aquí se va pasando a otra etapa que es la de asociar cierta palabra con cierto dibujo: nos vamos deslizando desde el mundo de la pictografía al de la logografia y la fonografía.

Los sistemas pictográficos son inherentemente limitados, pues solo podemos dibujar lo que vemos. Se pueden ampliar los límites hasta cierto punto si reaprovechamos el dibujo que representa un objeto para referirnos a la acción en que típicamente interviene ese objeto. Por ejemplo, el dibujo de un pie nos puede servir también para la acción de andar. Nos vamos aproximando así al terreno de la ideografía, que nos permite ya representar nociones abstractas mediante signos convencionales rompiendo la barrera de la representación icónica.

Podemos explicar los personajes de un cuento de manera más atractiva con el uso de infografías
  
  




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